Cristina Redondo, escriptora, per Cesc Sales.

Como Artemisa

Dia de la Mujer Trabajadora y pienso en Artemisa, Diosa Griega de la Caza, que casualmente salía a cazar con su arco y su flecha, que le dió Zeus, pero también con seis perros que le dió Pan. Curioso que fueran hombres, y solo los hombres, los que proporcionaban las armas para trabajar.

Pienso también en el cuento de Cenicienta, que sólo la querían trabajando en casa quitando la suciedad de otras mujeres, que “malas” las mujeres, y que casualmente fue “liberada” por un hombre que le puso un calzado delicado de cristal ¿Curioso? ¿Verdad?

Ya puestos en la fantasía de los cuentos y las mitologias, pienso en Malefica, Cruella de Ville, la Madrastra de Blancanieves, Ursula de la Sirenita, o incluso la Reina de corazones de Alicia en el País de las Maravillas. Pienso en Medusa, en Lillith, Cleopatra, o hasta Morgana ¡Que malas todas esas mujeres ! ¿Verdad? Curioso, todo ello, curioso.

Pienso en Toni Morrison, en Shirley Jackson, en Ursula K. Le Guin y en tantas otras escritoras que tuvieron que demostrar que eran buenas escritoras ante el sector literario dominado por los hombres de su epoca.

Toni Morrison fue Premio Nobel de Literatura en 1993, primera mujer negra que ganó un premio de importancia que siempre se había dado a blancos, tan sólo siete mujeres blancas lo habían conseguido antes que ella : Selma Ottilia Lovisa Lagerlöf, primera mujer en conseguir el Premio Nobel de Literatura ( 1909), le siguió Grazia Deledda ( 1926), Sigrid Undset (1928), Pearl Buck (1938), Gabriela Mistral (1945), Nelly Sachs ( 1966) y Nadine Gordimer ( 1991). De las tan solo quince mujeres que lo conseguieron en total, las escritoras que pudieron disfrutar del honor tras Toni Morrsion fueron: Wislawa Szymborska(1996), Elfriede Jelinek ( 2004), Doris Lessing ( 2007), Herta Müller (2009), Alice Munro ( 2013), Svetlana Alexievich (2015), Olga Tokarczuk ( 2018), Louise Glück (2020), y Annie Ernaux (2022).

Shirley Jackson alternó su trabajo como dependienta en unos grandes almacenes mientras publicaba sus primeros cuentos en revistas, donde dominaban los cuentos de otros hombres como John Cheever o John Updike, y dónde ella tuvó que luchar contra su encasillamiento de escritora para mujeres, mientras sus textos eran de una calidad tan destacable como la de otros escritores hombres, pero que otros pretendian ningunear por publicar en revistas femeninas. Cuanto trabajo hecho, querida y adorada mia, Shirley.

Ursula K.Le Guin fue la primera mujer en escribir una ciencia-ficción no centrada en las máquinas y en la aparatologia espacial y tecnologica de su epoca, innovando y escribiendo una ciencia-ficción que iba más allá , nunca mejor dicho, y profundizando en conceptos antropologicos y de denuncia socio-politica, textos feministas, textos basados en la filosofia Tao y todo a través de sus historias en el espacio o de , por ejemplo, Los cuentos de Terramar, en los que también la escritora R.J. Rowling se basó para escribir Harry Potter. Ningún hombre escritor había escrito ciencia-ficción antes como lo hizó Ursula K.Le Guin.
También podriamos hablar de J.K. Rowling, pero de ella también os hablé en años anteriores.
Cuanto trabajo hecho por todas ellas.

Pienso también en muchas de las mujeres que he conocido a lo largo de mi vida. Mujeres luchadoras, trabajadoras agotadas físicamente y emocionalmente por el esfuerzo, pero incansables en el trabajo : amas de casas, profesionales en su sector : policías, detectives, doctoras, psicólogas, enfermeras, limpiadoras del hogar, atrices, cantantes, escritoras, artistas, fotógrafas, músicas, agentes literarias, editoras, administrativas, recepcionistas, profesoras de universidad, profesoras de guarderia, profesoras de colegios, instructoras de yoga, maestras, científicas e ingenieras, astronautas, políticas, alcadesas, regidoras y directoras, técnicas, bomberas, agriculturas, madames y trabajadoras del sexo, pienso en todas ellas. Pienso en madres, solteras con hijos, solteras sin hijos, vecinas, compañeras de trabajo, abuelas, tías, primas, hermanas, amigas, novias, amantes.

Todas ellas.

Pienso en ellas, en nosotras. Y me duele y me sorprende que aún tengamos que , como Artemisa, usar “nuestras armas” y lanzar flechas reinvidicativas como las que hoy nos sentimos obligadas a lanzar, para reclamar nuestro lugar en la sociedad, justo, solidario, equitativo, ni por encima ni por debajo, al fin y al cabo, igualitario, esperando que algún día no sea necesario esta lucha continua, constante, agotadora del 8M, Dia Internacional de la Mujer.

2 comentarios en “Como Artemisa”

    1. Tenemos mucho trabajo por hacer aún en cuanto a igualdad, esperemos que llegue un día en el que tanta lucha ya no sea necesaria

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