Iván Baeza. Escritor.

Iván Baeza (Madrid, 1977) obtuvo con su primera novela Y la tierra se movió bajo ellos (2017) el III Premio Playa de Ákaba. Ha publicado el poemario a dos voces Decir un «te quiero» (2018) junto a la poeta, escritora y editora Noemí Trujillo. Además, ha participado en más de una veintena de antologías entre poesía y relato y en la revista de creación literaria Otras Palabras. Forma parte también del poemario Introducción al blanco (2019).

Actualmente acaba de publicar Todo lo que no tendremos con Larrad Ediciones, novela que profundiza en los prismas más profundos de los personajes para transportarnos a una historia ubicada en el seno de una familia de la España de los años 30.

CR: Iván, has escrito Todo lo que no tendremos con Larrad Ediciones, tu último libro de narrativa, pero previamente ya habías publicado otras obras ¿Qué representa en tu obra literaria esta última publicación?
IB: Para mí esta novela ha supuesto un gran crecimiento como escritor. Todo lo que no tendremos presenta una trama muy elaborada con unos personajes cargados de realidad que van creciendo según se va desarrollando la historia.
El tiempo y la experiencia nos vuelven más exigentes con nosotros mismos y con lo que hacemos, y creo que eso se puede ver en esta novela. Yo diría que hasta el momento es mi obra literaria más madura.

CR: Como escritor ¿Qué retos has encontrado, con respecto a la lírica, al enfrentarte a la redacción de Todo lo que no tendremos (Larrad Ediciones)?
IB: El proceso creativo de la poesía es completamente distinto al de la narrativa. Para mí la poesía es la forma más directa y sincera que tiene un autor de expresar sentimientos, creo que es mucho más íntima, y llega y se plasma como un fogonazo. La narrativa, y en este caso la novela, es algo mucho más complejo, tiene un proceso creativo más largo en el que has de desarrollar una trama y ponerte en el lugar de tus personajes, cogerles de la mano y recorrer con ellos el camino de esa historia que te bulle en la cabeza. Quizá este sea el mayor reto con respecto a la poesía.
De todos modos, mi forma de escribir siempre tiene cierto toque poético. Creo que cualquier cosa se puede contar de un modo bonito y que eso siempre enriquece a la obra.

CR: Si tuvieras que definir con una palabra tu último libro ¿Con qué palabra lo harías? Cuéntanos, ¿Por qué?
IB: Secretos. En esta historia todos los personajes guardan secretos: pasiones ocultas, intrigas familiares, pasados maquillados, un don sobrenatural, muertes que pesan sobre conciencias, misteriosas apariciones, una fortuna escondida, sed de venganza…, unos secretos que se convertirán en los ejes las distintas tramas que se van entrecruzando hasta llegar al vertiginoso desenlace.

CR: En esta novela tenemos como eje central la familia Castrillo y entorno a ellos gira todo ¿Qué nos destacarías de estos personajes que dan vida a la historia?
IB: Las auténticas protagonistas de Todo lo que no tendremos son las mujeres: las hermanas Castrillo y dos de sus criadas. Estas serán unas mujeres valientes y adelantadas a su tiempo que tendrán que luchar por salir adelante en un mundo adverso. A lo largo de la novela deberán renunciar a muchas cosas, de ahí «Todo lo que no tendremos», pero no dejarán de intentar conseguir la felicidad.

CR: Como bien dices, en la historia se concede más importancia a los personajes femeninos, ¿Con qué personaje de todos ellos escribirías otra novela? ¿Por qué?
IB: Creo que con Agnes Castrillo. Es uno de los personajes que más evoluciona a lo largo de la novela, comienza siendo una niña en la primera parte que sucede en 1930 y se convierte en una mujer en la segunda parte que se desarrolla en 1936. Me gustan mucho los personajes complejos que evolucionan y crecen. Otra cosa que me encanta de Agnes es que tiene un don especial, al que llaman gracia, y que le permite mantener una relación muy bonita con los animales. Agnes será capaz de sanar con las manos y ver el futuro en los ojos de los moribundos pero pagando un alto precio por ello. A lo largo de la historia tendrá que aceptar su don para poder ayudarse a sí misma y a los demás.
Además, para mí es especial porque me inspiré en mi bisabuela Julia para darle vida. La escena con la que empieza la novela está basada en la historia que me contaba mi padre de cómo la familia de su abuela descubrió que esta tenía gracia en las manos.

CR: Explícanos qué momentos del libro crees que puede llamar la atención de los lectores ¿Qué tema tratado destacarías de toda la historia que nos narras?
IB: La novela tiene una potente carga emocional pero no deja de ser una novela de intriga en la que todos los personajes guardan secretos que se irán desvelando poco a poco con importantes giros argumentales a lo largo de la historia. En esta novela nada es lo que parece, ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos. Me gustan mucho los personajes que andan sobre la cuerda floja, esos que podemos amar en unos momentos y odiar en otros. Me parece que son los más reales. Y creo que donde el lector disfrutará más de ellos será en los momentos de gran tensión que rodearán a los asesinatos y en las escenas más apasionadas.
Con esta novela quería hablar sobre lo que es capaz de hacer el ser humano con tal de ser feliz o de conseguir aquello que cree que le hará feliz.

CR:¿A qué tipo de lector/a recomendarías leer tu novela? ¿Por qué?
IB: A todo el que busque en una novela de intriga con ritmo ágil y altas dosis de pasión. Más si le atrae una época tan interesante como son los años 30 de nuestra historia.

CR: Ubicamos la novela en 1936, en los años 30, como comentas ¿Qué fue lo que te hizo escoger este período de la historia de España para narrar tu novela? ¿Qué fue lo que más trabajo te dio en el momento de documentar la novela?
IB: Cuando empecé a trabajar en la novela antes de escribirla me di cuenta de que, para que fuera creíble lo que sucedía en la devastadora escena final y pudiera pasar desapercibido para las autoridades, tenía que ocurrir a la vez que algo mucho más terrible y de un gran alcance. Tras mucho pensar, decidí que sería una buena opción el día que estalló la Guerra Civil. Por eso la novela termina el 18 de julio de 1936.
Situar temporalmente una novela en un tiempo que no es el tuyo conlleva un trabajo importante de documentación. Tuve que leer mucho sobre el Madrid de la época y algunos personajes históricos de los que se habla. Todos los elementos a los que se hace referencia están contrastados, desde nombres de calles, líneas y paradas de tranvía, estrenos de zarzuelas, coplas, arte, porcelana, la localización de la Casa Austin y un largo etcétera. El trabajo de documentación previo fue largo pero también me dio muchas satisfacciones.

CR: En relación a la pregunta anterior ¿Crees que el eje de la historia narrada cambiaría mucho si estuviera ubicada en una España actual?
IB: La novela habla de emociones y sentimientos universales, y por eso siempre pensé que podía estar ubicada en cualquier momento histórico, incluso en la España actual. Pero cuando comencé a escribirla me di cuenta de que había sido un acierto la ubicación temporal elegida porque me permitía hablar con más facilidad de algunos de los temas que estaban presentes en la obra como la lucha de clases o las relaciones entre criadas y señoras. De todos modos, el eje de la historia hubiera sido similar de haberla desarrollado en la actualidad, por suerte o por desgracia el ser humano no ha cambiado a lo largo de los tiempos: el amor, el deseo, la lealtad, la codicia, los celos, la envidia y la sed de venganza le siguen moviendo.

CR: Cada capítulo empieza con un pequeño poema, cuéntanos ¿Cómo te surgió la idea? ¿Por qué un poema?
IB: El protagonista masculino de la novela es un médico vienés enamorado de la poesía, el psicoanálisis pondrá patas arriba la vida de las hermanas Castrillo. Me gustó la idea de encabezar cada capítulo con un poema escrito por él que hablara de sus sentimientos más directos y que tuviera relación con el contenido de dicho capítulo. En ningún momento se hace referencia a que los poemas son suyos pero estoy seguro de que más de un lector se habrá dado cuenta de ello. Además, era una forma de llevar a la novela mi pasión por la poesía de una forma coherente y espero que original.

CR: Iván, Todo lo que no tendremos (Larrad Ediciones) representa 620 páginas de lectura ¿Cuánto tiempo de investigación previa y de escritura posterior representa escribir un libro así de extenso?
IB: No podría decirlo con exactitud pero creo que me llevó más de dos años, contando la investigación, la escritura y las diversas revisiones.

CR : Sobre la edición del libro realizada por Larrad Ediciones, destacar la calidad de la edición pero también la maquetación, y sobre todo, el maravilloso collage de portada a manos de la creativa Teresa Cucala, creo que tienes algo que contarnos sobre esta colaboración, porque tú ya admirabas a esta artista antes de colaborar con la publicación de Todo lo que no tendremos. Cuéntanos Iván ¿Cómo nació esta colaboración? ¿Fue una casualidad?
IB: Yo conocí el trabajo de Teresa Cucala hace muchos años en Instagram cuando todavía no había conseguido publicar nada, me impactó tanto y me pareció tan bueno que pensé: «Si algún día me publica una editorial importante ojalá consiga que Teresa Cucala me haga la portada». Empecé a seguirla y años después, cuando con mi primera novela gané el premio de la editorial de los escritores Noemí Trujillo y Lorenzo Silva, contacté con ella y le envié un ejemplar de la novela. Teresa, que además de una gran artista es una persona de una calidad extraordinaria, me regaló una de sus láminas y a partir de ahí no dejamos de seguir mutuamente nuestros trabajos. Larrad Ediciones cuida muchísimo los libros, hace unas ediciones preciosas con portadas de ilustradores nacionales de primera línea, algo que a mí me parece muy importante en una editorial. Cuando me dijeron que querían publicar Todo lo que no tendremos y me preguntaron si tenía preferencia por algún artista para que hiciera la portada yo les sugerí, lleno de ilusión, a Teresa Cucala. Larrad Ediciones contactó con ella, le propusieron el trabajo y mi sueño se ha hecho realidad. El resultado es espectacular.

CR: Has publicado diversos libros, pero ¿Qué autores sueles leer como lector? Y de todos ellos ¿cuáles crees que te han influenciado más en tu trayectoria literaria?
IB: Yo como lector soy muy ecléctico, salto de la novela de intriga a la intimista, o a la poesía, y me gusta mucho descubrir autores que no he leído hasta el momento. Podría decir que de los autores clásicos el que más me ha influido es Wilkie Collins que está considerado como el precursor de la novela negra. Para mí también ha sido muy importante Stephen King porque sus novelas fueron las primeras que leí tras los libros infantiles y gracias a él se adentró en mí la pasión por la lectura que me llevaría a querer escribir. Otros autores que me han influido mucho han sido Sándor Márai, David Foenkinos y Carmen Amoraga, los tres de una sensibilidad extrema. En el ámbito de la poesía he tenido la suerte de crecer como autor junto a mi amiga Noemí Trujillo que es una de las mejores poetas que actualmente tenemos en España.

CR: Una pregunta quizás indiscreta, pero quizás interesante para los más lectores ¿Qué libro estás leyendo ahora? ¿Por qué lo elegiste? ¿Lo recomendarías?
IB: Ahora mismo estoy con Dos hermanas, la última novela de David Foenkinos que se acaba de publicar. La elegí porque Foenkinos es uno de mis escritores de cabecera, rara vez defrauda. Su forma de escribir tiene una intensidad conmovedora y sabe utilizar los recursos estilísticos como nadie. Forma imágenes potentes con frases sencillas que impactan, cargadas de sensibilidad y belleza. Podría decirse que en sus historias hace importantes las pequeñas tragedias cotidianas a las que se enfrenta la gente a diario. Llevo leídas treinta y seis páginas, y me da pena avanzar porque pienso que pronto lo terminaré. Por supuesto que lo recomendaría.

CR: Iván tú que ya has publicado varios libros ¿Qué recomendación harías a una persona aficionada a escribir que se planteara, por primera vez, escribir su primer libro?
IB: Le diría que se ponga a ello y disfrute del proceso, que lo haga por el mero placer de escribir, sin esperar en un principio nada más. Después, si quiere ver su obra publicada, le diría que se arme de paciencia, le llevará mucho trabajo, muchos años y seguramente escribir muchos libros para conseguirlo. La tenacidad es la mejor cualidad de un escritor. Siempre puede llegar un golpe de suerte y Amazon está ahí, al alcance de todos. En España es muy fácil publicar pero muy difícil que te publique una editorial seria que crea en tu trabajo y apueste por ti sin ser alguien conocido.

CR: Por último, ¿Estás trabajando en un nuevo proyecto? ¿Nos puedes avanzar algo al respecto?
IB: Ahora mismo estoy escribiendo una novela ambientada en los años ochenta. Es una novela de intriga con mucha carga emocional, algo que ya se ha convertido en parte de mi sello personal.

Muchas gracias por concedernos esta entrevista, Iván Baeza, y por favor, no dejes de escribir esa narrativa tan poética y con esta carga emocional que tanto te caracteriza, esperamos volver a leerte muy pronto.

 

* Entrevista realizada por Cristina Redondo y publicada en la sección #InLiterature del magazine de cultura, arte y tendencias  The Citizen 17/06/2020

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