Ave Fénix
La inmensa capacidad de renacer de sus propias cenizas es algo que se atribuía al personaje mitologico del Ave Fénix, una historia que sólo pretende comunicarnos que después de un momento muy díficil, siempre se encuentran razones para seguir adelante, y volver a renacer y volar de nuevo, con la misma fuerza con la que se volaba antes de que acabaramos destruidos, hasta yacer en nuestras más miseras cenizas.
Quizás sea ese el motivo por el que una gran parte de la población, entre las fechas de finales e inicio de año, se plantean nuevas metas al alcanzar durante los próximos meses. Tras llegar a final de año, cansados y hartos de luchar, algunos derrotados por el día a día, y convertidos en cenizas de las que intentaran resurgir en el futuro más inmediato, buscan ser fuertes y convertirse en un maravilloso Ave Fénix que emprende de nuevo el vuelo.
Los própositos de año nuevo son todas esas plumas, las que llevamos incrustandas en las alas, y que nos propulsan hasta hacernos volar. Es entonces, cuando ese gran compañero de vida que es el tiempo, jugará a favor o en contra, y como en ocasiones anteriores, veremos si las plumas de nuestras alas acabaran quemadas, y destruidas por nuestro propio aleteo acercandóse al Sol, o sin embargo, esas plumas se convertiran en fuertes alas que nos permetiran tocar el cielo.
Durante el resurgir del vuelo es posible que nos encontremos a otros, que como nosotros, sólo pretenden alzar su vuelo. Según como sea su naturaleza, nos ayudaran a subir como ellos o por el contrario, nos destruiran con su aleteo con la unica finalidad de reafirmarse asi mismos en su vuelo, o simplemente por el simple egoísmo de mantenerse ellos aleteando, simplemente aleteando.
Finalmente, como en el caso del Ave Fénix, el tiempo ha demostrado que sólo prevalece aquel que sigue insistiendo en sus buenos propositos, y conseguir sus sueños, y no decae en su aleteo, y ya sea con más o menos fuerza, se mantiene aleteando hasta conseguir alcanzar su sueño. Hay otros factores que tambien intervienen como las tormentas, los relámpagos y demás pero, al fin y al cabo, lo único que pretenden es dificultarnos nuestro vuelo de ascenso, y dificutarnos ese precioso momento del vuelo , que es llegar a nuestro destino, y acariciar las estrellas con los dedos de nuestras manos.